Xoves, 12 de Maio de 2016

2016/05/12: Sergio Guevara: La financiación es un riesgo mayor que el cambio climático para las Reservas de la Biosfera

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Entrevista del periodista Nacho Pérez de los Heros a Sergio Guevara Sada, Presidente, Comité Nacional MAB de México.

 
El Dr. Sergio Guevara Sada, fue hasta hace unos meses, el máximo responsable en la UNESCO del Programa Hombre y Biosfera, y la máxima autoridad sobre las casi 670 reservas de la biosfera que se reparten por 120 países. Hace apenas dos meses culminaba en Lima (Perú) el cuarto Congreso Mundial de estos espacios protegidos y hoy Sergio Guevara, presidente del Consejo Internacional de Coordinación del Programa Hombre y Biosfera (MaB), explica para Laduda.net las principales novedades del Plan de Acción que prevén desarrollar en los próximos 10 años. Prevén abordar retos como el cambio climático, el indigenismo, o la necesidad de abordar el medio ambiente urbano, pero también la búsqueda de financiación privada para los programas, y los nuevos enfoques de desarrollo sostenible y bienestar. Su visita a Galicia coincide con el tercer aniversario de la declaración de la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas y Terras do Mandeo, una de las seis áreas con las que cuenta Galicia, motivo por el cual se celebra una jornada de trabajo en el Ceida de Santa Cruz (Oleiros) con representantes de otras reservas de la biosfera e instituciones españolas.
 
 – Acaban de celebrar en Lima (Perú) el 4º Congreso Mundial de las reservas de las biosfera y han aprobado el Plan de Acción para 10 años (2016-2025), ¿supone algún cambio, algún nuevo avance en los planteamientos?
 
– Supone un cambio muy grande porque se pone mucho énfasis en cumplir las metas de los objetivos para el desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y la Unesco. Pero lo más importante es que se subraya la necesidad de abordar los medios ambientes urbanos. Hasta ahora siempre se había considerado en el marco del programa, pero se iba poniendo más énfasis en sitios más conservados. Ahora se empieza a poner mucho énfasis en las ciudades y en los sitios que no están tan bien conservados pero tienen una alta biodiversidad. Ahí, verbigracia, están los sistemas agrícolas tradicionales y a veces no tan tradicionales pero  que han mantenido una biodiversidad muy interesante. Porque los espacios protegidos en el mundo se han centrado en las áreas de mayor diversidad y más naturales y se ha avanzado mucho en el planeta en tener el 12 o 13% del territorio protegido (no sólo por reservas de biosfera), pero, sin embargo, la pregunta que nos hacemos es ¿qué pasa en el resto del territorio? En ese más del 80% del territorio hay un montón de biodiversidad y no podemos soslayarla porque la vamos a perder más rápido que la protegida. Ese es el énfasis del programa: áreas urbanas y zonas que no están consideradas como de alta diversidad natural pero sí de alta diversidad cultural o humana. Por tanto, ese enfoque en paisaje, como unidad de trabajo, es un gran cambio. Trata de integrar lo urbano, con lo rural, con lo natural.
 
 – ¿En qué se traduce el Plan de Acción a nivel concreto y práctico?
 
– Se afinaron los indicadores y se abordó cómo deben funcionar cada zona de la reservas en relación con las otras. También se ha despejado un poco el sistema actual  del área-núcleo, área-amortiguamiento y área de influencia, para hacer que no solo estén protegiendo el área central sino que estén funcionando mucho sobre el territorio. Que se derrame la biodiversidad con fines productivos y de restauración ecológica. Eso también es un cambio interesantísimo porque hace que el modelo de reservas de biosfera sea  vuelva adaptativo y que no sea fijo. Eso será lo que haga que en los próximos diez años el modelo tenga una potencia inmensa en el planeta.
 
- El cambio climático es una de las principales amenazas para la biosfera, ¿cómo se afronta desde Reservas de la Biosfera?
 
– El cambio climático es una realidad innegable. Las reservas de biosfera siempre lo han estado considerando. Sabemos que la biodiversidad está en constante movimiento, porque tiene sistemas de dispersión que trascienden fronteras aunque uno no quiera. Las reservas de biosfera, con su sistema adaptativo están afrontando constantemente el cambio ambiental, ecológico, y ahora un cambio climático importante. A la larga vamos a hacer que el sistema sea todavía más adaptativo y que las reservas de la biosfera tiendan a privilegiar el movimiento de la biodiversidad más que su estaticidad. Si esto es así, como concepto y como filosofía, me preocupa menos el impacto del cambio global, tanto ecológico como climático. De lo que se trata es de hacer un monitoreo del movimiento, del desplazamiento y de la adaptación de la biodiversidad. Luchamos contra el cambio climático, sí, y tratamos de frenarlo, pero siempre considerando que es un valor entendido porque nunca vamos a detenerlo.
 
   En las ciudades no se trata tanto de crear grandes áreas verdes como de conectar el paisaje y que la biodiversidad se mueva libremente
 
– Con ese enfoque de paisaje que mencionaba anteriormente…
 
– Se trata de conectar el paisaje y la biodiversidad, que se mueva de las áreas naturales, a las transformadas, y a las urbanas, y también de regreso; que haya una conectividad del paisaje. En el caso de las ciudades, no es tanto crear grandes áreas verdes como aquí, donde tienen un privilegio que en otros sitios no hay. No se trata de convertir todo en Galicia, sino de conectar el paisaje y que la biodiversidad se mueva libremente de un ambiente a otro y llegue a estabilizarse.
 
– El Plan de Lima incluye también medidas que sugieren incrementar los esfuerzos de financiación y buscar socios adecuados, ¿porqué es necesario y qué objetivo persigue?
 
– Eso sí es un riesgo mayor que el cambio climático para reservas de biosfera. Hasta ahora el programa ha sido  financiado por fondos Unesco y los gobiernos de los países. Y ha funcionado bien, aunque no en todos los países. Pero no hay una sola fuente de financiamiento que pueda manejar todas las reservas. Si queremos incrementar el monitoreo de la biosfera, el conocimiento, y la integración de los ambientes, tenemos que encontrar socios financieros en el medio mismo. La iniciativa privada tiene que colaborar muchísimo más, y que ONG y otros agentes se comprometan más con el programa. Hasta ahora ha gravitado en presupuestos que están muy menoscabados. La pobre Unesco está muy mal de presupuesto y no hay país que hoy diga que tiene suficiente.
 
– ¿La iniciativa privada no ha participado hasta ahora?
 
– La iniciativa privada ha participado en muchos sitios, pero en otros no. Tenemos que encontrar financiación alternativa y no solo de fundaciones, si no de los propios participantes. Que el desarrollo sostenible sostenga la propia reserva. Si ésta responde al mantenimiento de los recursos y la biodiversidad, la sostenibilidad es productiva y, por tanto, tiene que haber un retorno de tal forma que el aprovechamiento y naturaleza lleguen a un equilibrio de manejo. Cada vez será más complicado si queremos seguir creciendo. Pueden ser alternativas de financiación pequeñas, pero muy comprometidas y que vengan de distintos gremios locales.
 
– ¿Se ha experimentado ya ese tipo de fórmulas en algún sitio?
 
– Más o menos. Austria o Alemania, por ejemplo, tienen una participación muy interesante de la población. Reino Unido también. Pero en América Latina, por ejemplo, ha sido mucho menos debido a esa concepción paternalista de que pague el gobierno. Y en África y Asia es totalmente distinto, porque hay unas necesidades inmensas para manejar sus recursos.
 
– Los retos serán muy diferentes según los países o regiones, ¿qué otros problemas son importantes?
 
– El indigenismo es un problema muy serio. Hemos llegado a acuerdos con la clase media, con sectores más o menos urbanizados y más o menos incorporados a los planes nacionales de desarrollo. Pero ¿qué pasa con los indígenas? Es una cuestión pendiente. Hacen muy buen manejo de las cosas, pero sus conceptos del manejo y de la naturaleza todavía nos ofrecen alguna duda sobre si los incorporamos a nuestro sistema, respetamos el suyo, o qué hacemos. Porque, a veces, respetar su sistema es manejarlos como museos vivientes, lo cual no es muy ético, es un poco inmoral; pero también lo es romper su esquema para incorporarlos al nuestro. La mayor parte de ellos hay, todavía una cierta duda y forcejeo que debemos resolver. Y eso para reservas de la biosfera es otro de los retos impresionantes. En América Latina, África o Asia las poblaciones indígenas, son enormes, y tienen además lenguajes, culturas, formas de ver la naturaleza que también se erosionan y los perdemos: y eso es también biodiversidad. Por eso tenemos que ir a un entendimiento, a ese famoso diálogo de saberes que también nos planteamos en reservas de biosfera que es un sitio privilegiado para hacerlo.
 
– En otras áreas, sin embargo, los retos pasan por cuestiones como la creación de una marca para las reservas, ¿en qué países o áreas interesa más?
 
– Es un desiderátum de todos los países. Todas las reservas enloquecen por tener un sello verde o un sello biosfera. Pero en estos momentos son pocos los países que tienen sistemas avanzados. Entre ellos sí está España. Por ejemplo en las Islas Canarias tienen sistemas extraordinariamente interesantes, como en La Palma, por ejemplo, donde tienen ya un sistema de evaluación no solo de los recursos sino de los servicios que se prestan dentro de la reserva. Tenderíamos a eso en el marco, no sé si del desarrollo sostenible, pero sí de las reservas.
 
    La iniciativa privada ha participado en muchos sitios, pero en otros no, y tenemos que encontrar financiación alternativa
 
– ¿Porqué no del desarrollo sostenible?
 
Voy a decir una herejía. Creo que el desarrollo sostenible es la utopía que perseguimos, y nunca alcanzaremos. En la medida en que ahondemos en el desarrollo, lo sostenible tiene que ir cambiando. SI esto es así, la reserva de biosfera es algo más que el desarrollo sostenible. La conservación está, desde luego, incluida, pero es una parte del desarrollo, del bienestar, que no sabemos bien cuál es. ¿Es más diversidad sinónimo de más desarrollo o de más bienestar? Hay preguntas interesantísimas de responder. Y me temo que llegaremos a equilibrios diferentes entre biodiversidad, bienestar y desarrollo. No un solo modelo. Eso es perder biodiversidad. Ahora lo adecuado es que el desarrollo sostenible es concepto hacia donde queremos ir. Pero yo creo que será sustituido por el bienestar local, con sus consideraciones. No sé si Bolivia tendrá las mismas que Brasil o Argentina. Creo que no, y eso tiene que ver con la globalización, que es otro tema que entra en reservas de biosfera y que engarza también con otro tema que todavía no está bien perfilado, que es el de la tolerancia.
 
.- ¿Tolerancia en qué sentido?
 
– El modelo de reservas de la biosfera tiene un valor importante para aumentar la tolerancia social y ambiental. Porque ese dominio sobre el medio ambiente o de una persona sobre otra no va ni con el desarrollo ni con el bienestar. Hay que llegar a un equilibrio en donde el dominio de la naturaleza y la convivencia de la cultura creen un bienestar social. Eso es más sostenible que el desarrollo sostenible, que tiene una parte económica muy importante pero otra que no lo es y tiene que ver con la tolerancia, que no está vinculada de forma lineal con el desarrollo. Eso pone en cuestión  desarrollo sostenible. Yo no lo cuestiono, pero se me antoja que pronto, en reservas de biosfera va a ser un fragmento que va a ayudar muchísimo a cambiar esas utopias: empezar a pensar en el bienestar.
 
– España es el país con más reservas de la biosfera del mundo, ¿cómo es la gestión de las mismas?
 
– Creo que España lo ha hecho muy bien. Es un buen modelo porque ha integrado bien la parte científica con los consejos locales, con el gobierno central para hacer los diseños y el manejo. Es un modelo complejo bien articulado que hasta ahora ha demostrado potencia en mantener las reservas, en promover nuevas reservas para llevarla al primer lugar. A mí me gusta el modelo español. Dentro de la red iberoamericana –en la que está España, Portugal y toda Iberoamérica y el Caribe- ha sido una región con una discusión muy interesante en el seno del programa, y creo que es una de las que ha puesto en jaque más conceptos establecidos en reservas de biosfera a nivel mundial. España lo hace bien y es uno de los modelos de buenas prácticas, sobre todo dentro del modelo europeo. En otros hay ejemplos también como Brasil, México o Argentina, que se mueven bastante bien. Pero es que cada quien tiene cuestiones diferentes.
 
– Con 669 reservas, usted no puede tener un conocimiento en detalle, pero ¿ha podido conocer las reservas gallegas?
 
– Yo creo que nadie puede conocerlas todas. Y es casi mi primer viaje a Galicia, porque estuve en una ocasión visitando muy brevemente Terras do Miño. Las conozco mucho a través de comunicaciones y del contacto que tenemos con España. Pero es muy interesante lo que hace Galicia y los esfuerzos binacionales con Portugal. Pero ahora me voy a enterar más. De momento lo que he visto, que ha sido más parte urbana, es muy bello.
 
Fuente:  LaDuda.net
 
 
2016/05/12: Sergio Guevara: La financiación es un riesgo mayor que el cambio climático para las Reservas de la Biosfera
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