Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions EU Biodiversity Strategy for 2030 Bringing nature back into our lives. Brussels 20.5.2020 COM(2020) 380 final.
 
La Comisión Europea acaba de publicar el borrador de la nueva Estrategia Europea de la Biodiversidad que marcará la conservación y protección de la naturaleza en el ámbito de la Unión Europea hasta el 2030. En ella se considera que proteger y restaurar la biodiversidad es la única forma de preservar la calidad y la continuidad de la vida humana en la Tierra. Los compromisos propuestos en la nueva estrategia allanan el camino para cambios ambiciosos y necesarios, cambios que garantizarán el bienestar y la prosperidad económica de las generaciones presentes y futuras en un entorno saludable. La implementación de estos compromisos tendrá en cuenta la diversidad de desafíos entre sectores, regiones y Estados miembros, reconocerá la necesidad de garantizar la justicia social, la equidad y la inclusión en línea con el pilar europeo de derechos sociales, y requerirá un sentido de responsabilidad y fuertes esfuerzos conjuntos de la UE, sus Estados miembros, partes interesadas y ciudadanos.
 
La Comisión invita al Parlamento Europeo y al Consejo a respaldar esta estrategia antes de la 15ª Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica. Para garantizar la plena propiedad política de esta estrategia, la Comisión sugerirá un punto de progreso permanente en el Consejo y en el Parlamento Europeo. Revisará la estrategia para 2024 para evaluar el progreso y si se necesitan más medidas para cumplir sus objetivos.
 
La Estrategia plantea una acción urgente para frenar la pérdida de Biodiversidad en la Unión Europea en 4 grandes ejes que se resumen a continuación:



 

1.- Una red coherente de áreas protegidas.
 
La Comisión considera que red actual de áreas legalmente protegidas, incluidas aquellas bajo protección estricta, no es lo suficientemente grande como para salvaguardar la biodiversidad. La evidencia muestra que los objetivos definidos en el Convenio sobre la Diversidad Biológica son insuficientes para proteger y restaurar adecuadamente la naturaleza. Se necesitan esfuerzos globales y la propia UE debe hacer más y mejor por la naturaleza y construir una Red Transeuropea de Naturaleza verdaderamente coherente.
 
La Comisión considera que para asegurar la conservación del medio ambiente, la mejora nuestra economía, y apoyar la recuperación de la UE de la crisis COVID-19, necesitamos proteger más la naturaleza. Considerando que al menos el 30% de la superficie terrestre y el 30% de la marina deberían estar protegidas en la UE. Estos porcentajes supone incrementar en un 4% la superficie de áreas protegidas terrestres y en un 19% las áreas marinas en comparación con la situación actual de la Unión Europea (para evaluar la situación en Galicia puede consultarse la información del siguiente enlace: IBADER). El objetivo planteado por la Comisión está totalmente en línea con lo que se propone como parte del marco de la conservación Biodiversidad a nivel global a partir del 2020.
 
En la ampliación de la superficie de áreas protegidas, la Comisión indica que debe haber un enfoque específico en áreas de alto valor o potencial de biodiversidad. Estos son los más vulnerables al cambio climático y deberían recibir un cuidado especial en forma de protección estricta. Hoy, solo el 3% de la superficie terrestre y menos del 1% de las áreas marinas están estrictamente protegidas en la UE. Necesitamos mejorar para proteger estas áreas. En este espíritu, la Comisión plantea que al menos un tercio de las áreas protegidas, que representan el 10% de la tierra de la UE y el 10% del mar de la UE, deben estar estrictamente protegidas.
 
Como parte de este enfoque en la protección estricta, será crucial definir, mapear, monitorear y proteger estrictamente todos los bosques primarios y antiguos que quedan en la UE 25. También será importante abogar por lo mismo a nivel mundial y garantizar que las acciones de la UE no den lugar a la deforestación en otras regiones del mundo. Los bosques primarios y antiguos son los ecosistemas forestales más ricos que eliminan el carbono de la atmósfera y almacenan importantes reservas de carbono. Las áreas importantes de otros ecosistemas ricos en carbono, como turberas, humedales, marismas m también deben protegerse estrictamente.
 
La Comisión considera que los Estados miembros serán responsables de designar las áreas protegidas adicionales y estrictamente protegidas. Las designaciones deberían ayudar a completar la Red Natura 2000 o estar bajo esquemas nacionales de protección. Todas las áreas protegidas deberán tener objetivos y medidas de conservación claramente definidos. La Comisión, en colaboración con los Estados miembros y la Agencia Europea del Medio Ambiente, presentará en 2020 criterios y orientaciones para identificar y designar áreas adicionales, incluida una definición de protección estricta, así como para la planificación adecuada de la gestión. Al hacerlo, indicará cómo otras medidas efectivas de conservación basadas en el área y la ecologización de las ciudades podrían contribuir a los objetivos.
 

 

2.- Un plan de restauración de la naturaleza de la Unión Europea: restauración de ecosistemas en tierra y mar
 
El plan ayudará a mejorar la salud de las áreas protegidas existentes y nuevas, y devolverá la naturaleza diversa y resistente a todos los paisajes y ecosistemas. Esto significa reducir las presiones sobre los hábitats y las especies, y garantizar que todo uso de los ecosistemas sea sostenible. También significa apoyar la recuperación de la naturaleza, limitar el sellado del suelo y la expansión urbana, y combatir la contaminación y las especies exóticas invasoras. El plan creará empleos, conciliará las actividades económicas con el crecimiento de la naturaleza y ayudará a garantizar la productividad y el valor a largo plazo de nuestro capital natural.
 
 

3. Habilitar un nuevo marco de gobernanza
 
En la UE, actualmente no existe un marco de gobernanza integral para dirigir la implementación de los compromisos de biodiversidad acordados a nivel nacional, europeo o internacional. Para abordar la brecha, la Comisión establecerá un nuevo marco europeo de gobernanza de la biodiversidad. Esto ayudará a mapear las obligaciones y compromisos y establecerá una hoja de ruta para guiar su implementación.
 
Como parte de este nuevo marco, la Comisión establecerá un mecanismo de seguimiento y revisión. Esto incluirá un conjunto claro de indicadores acordados y permitirá una evaluación regular del progreso y establecerá medidas correctivas si es necesario. Este mecanismo alimentará la Revisión de Implementación Ambiental y contribuirá al Semestre Europeo.
 
El nuevo marco de gobernanza garantizará la corresponsabilidad y la copropiedad de todos los actores relevantes en el cumplimiento de los compromisos de biodiversidad de la UE. Apoyará la creación de capacidad administrativa, la transparencia, el diálogo con las partes interesadas y la gobernanza participativa en diferentes niveles.
 
Toda la legislación ambiental se basa en la implementación y el cumplimiento adecuados. En los últimos 30 años, la UE ha establecido un marco legislativo sólido para proteger y restaurar su capital natural. Sin embargo, las evaluaciones recientes muestran que, aunque la legislación es adecuada para su propósito, la implementación en el terreno está por detrás. Esto está teniendo consecuencias dramáticas en la biodiversidad y tiene un costo económico sustancial. La plena aplicación y cumplimiento de la legislación medioambiental de la UE es, por lo tanto, el núcleo de esta estrategia, para la cual será necesario priorizar el apoyo político y los recursos financieros y humanos.
 
En lo que respecta a las Directivas sobre aves y hábitats, la aplicación se centrará en completar la Red Natura 2000, la gestión eficaz de todos los sitios, las disposiciones de protección de especies y las especies y hábitats que muestran tendencias decrecientes. La Comisión también garantizará que la legislación relacionada con el medio ambiente con impacto en la biodiversidad se implemente mejor, se haga cumplir y, cuando sea necesario, se revise y revise.
 
La Comisión se esforzará por mejorar la garantía de cumplimiento, trabajando en estrecha colaboración con los Estados miembros y las redes europeas de agencias medioambientales, inspectores, auditores, policías, fiscales y jueces. Además, la Comisión apoyará el papel de la sociedad civil como un organismo de control del cumplimiento y se comprometerá con los Estados miembros para mejorar el acceso a la justicia en los tribunales nacionales en asuntos ambientales para individuos y ONG. También ampliará la posición de las ONG al proponer una revisión del Reglamento de Aarhus.
 


4.- Agenda Global sobre la Biodiversidad
 
La biodiversidad es una prioridad de la acción exterior de la UE y una parte integral de los esfuerzos para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Se integrará a través de compromisos bilaterales y multilaterales, a través de la "diplomacia del Acuerdo Verde" de la UE y las próximas alianzas verdes. La Comisión trabajará estrechamente con el Parlamento Europeo y los Estados miembros para garantizar un alto nivel de ambición de la UE y movilizar todos los esfuerzos por el bien de la biodiversidad del mundo.
 
La protección de la biodiversidad es un desafío global y la próxima década será decisiva. Los esfuerzos mundiales en virtud del Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica han sido en gran medida insuficientes. La naturaleza no puede permitirse medias tintas o falta de ambición. En este espíritu, la UE está dispuesta para liderar todos los esfuerzos, trabajando con socios de ideas afines en una coalición de alta ambición sobre biodiversidad, para acordar un nuevo marco global ambicioso para después de 2020 en la próxima 15ª Conferencia de las Partes en la Convención sobre Diversidad Biológica.
 
Con esta estrategia, la Comisión propone compromisos ambiciosos para que la UE los ponga sobre la mesa. La UE también debe apoyar a los gobiernos y las partes interesadas de todo el mundo para aumentar significativamente su ambición y su acción.
 
La Comisión propone que la UE garantice que el marco global posterior a 2020 incluya, como mínimo, los elementos que se detallan a continuación:
 
Objetivos globales generales para la biodiversidad para 2050, en línea con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y la visión de "vivir en armonía con la naturaleza". La ambición debe ser que, para 2050, todos los ecosistemas del mundo estén restaurados, sean resistentes y estén adecuadamente protegidos. El mundo debería comprometerse con el principio de ganancia neta para devolver a la naturaleza más de lo que se necesita. El mundo no debería comprometerse con la extinción de especies inducida por el hombre, como mínimo, siempre que sea evitable.
 
A.- Ambiciosos objetivos mundiales para 2030 en línea con los compromisos de la UE en esta estrategia. Estos deben abordar claramente los impulsores de la pérdida de biodiversidad y ser específicos, medibles, accionables, relevantes y con plazos determinados.
 
B.- Un proceso de implementación, monitoreo y revisión mucho más fuerte. Las Partes deberían revisar sus estrategias y planes de acción nacionales sobre diversidad biológica para fines de 2021, o como mínimo, presentar compromisos nacionales para los objetivos más importantes. Debe haber un ciclo de revisión regular para observar el progreso hacia los objetivos, con la capacidad de acelerar la acción si es necesario. Estas revisiones deben basarse en un proceso independiente de análisis de lagunas y prospectiva basado en la ciencia, con indicadores de titulares comunes para todas las Partes.
 
C.- Un marco propicio para hacer realidad la ambición, en áreas como finanzas, capacidad, investigación, innovación y tecnología.
 
D.- Distribución justa y equitativa de los beneficios del uso de recursos genéticos vinculados a la biodiversidad.
 
E.- Un principio de igualdad. Esto incluye el respeto de los derechos y la participación plena y efectiva de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Debe haber un enfoque inclusivo con la participación de todas las partes interesadas, incluidas las mujeres, los jóvenes, la sociedad civil, las autoridades locales, el sector privado, la academia y las instituciones científicas.